Los abrazos rotos

Cartel de "Los abrazos rotos"

Cartel de "Los abrazos rotos"

Con el Almodóvar del nuevo milenio siempre voy a contracorriente. No me pongo de acuerdo con los gurús de la crítica cinematográfica, ni con la mayoría de aficionados con los que intercambio opiniones. Que Volver era obra de referencia, no cabía duda. Pues a mí me parece que sí, que es una obra a la que hay que referirse como ejemplo de guión mal perfilado, fallido como el resto de la película; personajes de plástico. Que tiene cosas…, claro que tiene cosas. El maestro Almodóvar siempre tiene cosas.

Que Los abrazos rotos es soporífera, que le deja a uno indiferente y hasta molesto…, pues va y me cautiva. El guión, tejido con minucioso arte de hilandera; los personajes, trazados con pulso experto; la historia, conmovedora, inquietante, triste. He salido sobrecogido del cine. Ella también.

En los océanos de tinta cuyo oleaje nos ha llegado estos días a aturdir al respecto, he llegado a leer que este no es Almodóvar. ¡Vaya! Pedro Almodóvar es éste, y el de Volver, y el de Todo sobre mi madre y el de Mujeres… o Qué he hecho yo para merecer esto. Y Woody Allen el de La última noche de Boris Grushenko, Septiembre, La rosa púrpura de El Cairo y Match point. Y Luis Buñuel el de SusanaLa Muerte en este jardín y El ángel exterminador. Y John Huston el de Sólo Dios lo sabeEl bárbaro y la geisha y La reina de África.

Genios.

Presentación a los medios de comunicación de "Los abrazos rotos". José Alfonso (Isopress)

Presentación a los medios de comunicación de "Los abrazos rotos". José Alfonso (Isopress)

afcalixto@gmail.com

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Crisis: apuntes

Es muy habitual escuchar eso de que un economista es aquella persona cuya especialidad es predecir el pasado. Pues bien, parece que con esto de la crisis que nos tiene a todos contando cual usureros los céntimos de euro, los profesionales de la Economía y las finanzas se han puesto las pilas y tratan de dar la mejor versión de lo que nos vamos a encontrar a la vuelta de cada esquina de los próximos meses. Como expertos del asunto, ante la siniestra situación se están viendo obligados a dar un diagnóstico y el tratamiento más eficaz para la enfermedad que padecemos. Por supuesto que nadie hasta la fecha, que yo sepa, ha pedido disculpas por no habernos prevenido de la ecatombe. Y todos, eso sí, guardan la ropa antes de echarse a nadar en este río de aguas turbulentas, y se cuidan mucho de, una vez secos,  mantener bien arrimada el ascua a su suculenta sardina.

Paul Krugman

Paul Krugman

Buenas muestras de ello son los dos ejemplos que siguen. Por un lado, Paul Krugman, el eminente premio Nobel de Economía de 2008, ha asegurado durante su visita a España de hace pocos días, que a este país le quedan por delante años ciertamente duros hasta que vuelva a levantar cabeza. ¡Años! Mientras, la presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, augura, con datos en la mano (eso dice), cierta recuperación de la actividad económica. Un carro, éste de la esperanza, al que también se ha subido el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, al vaticinar que la crisis comenzará a superarse a principios del próximo año. Es decir, en pocos meses. Sea cual sea la versión más acertada, ya verán cómo a toro pasado todos tenían razón.

Ana Patricia Botín. © 2005 Financial Times Deutschland, © Bloomberg

Ana Patricia Botín. © 2005 Financial Times Deutschland, © Bloomberg

Pese a todo, en estos tiempos de tener el agua hasta el cuello, de vez en cuando también nos desayunamos con buenas noticias.

Fernando Roig (EFE)

Fernando Roig (EFE)

Noticias de esas que se comentan por sí solas.  Como la de que Telefónica va a reducir a la mitad la factura de aquellos clientes que sufren la dentellada del paro en sus carnes, o la de la medida anunciada por el presidente del Villarreal, Fernando Roig, que en la próxima temporada (2009-2010) ofrecerá entradas gratis a los abonados desempleados. Y habrá más.

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Jueces

Carteles de convocatoria de huelga de jueces y magistrados en la casa de Justicia de Valencia. EFE

Carteles de convocatoria de huelga de jueces y magistrados en la casa de Justicia de Valencia. EFE

La actualidad es vertiginosa, y más en estos tiempos de democracia tecnológica. Y así pasó de largo la huelga de jueces, que lógicamente tanto revuelo ha creado, y que amenaza con repetirse para rematar esta primavera que a punto está de arroparnos. Sobre este parón me veo obligado a dejar aquí un apunte antes de pasar a otras cosas.

El Estado de Derecho, ese que garantiza nuestra vida en paz, se sustenta sobre tres columnas básicas, igual de prioritarias, que se subordinan entre sí, y que someten al Estado al principio de legalidad que en España parte, obligatoriamente, de la Constitución.

Estos pilares son los tres poderes que rigen nuestra convivencia: el poder Ejecutivo, ejercido por el Gobierno de la Nación, que es quien dicta las leyes y garantiza el cumplimiento de las mismas; el poder Legislativo, que es el que aprueba esas normas, y recae en el Congreso; y el poder Judicial, el que ostentan los jueces, que tiene como deber la aplicación de esas leyes conforme a Derecho. La separación de estos tres poderes es la primera garantía que nos ofrece la democracia.

Pues bien: ¿Ustedes se imaginan al Gobierno del país en pleno, o a los diputados del Congreso declarándose en huelga por las condiciones en las que unos y otros se ven obligados a ejercer las funciones propias de su trabajo?

Vista general del hemiciclo del Congreso de los Diputados durante la intervención del Rey el 16 de abril de 2008

Vista general del hemiciclo del Congreso de los Diputados durante la intervención del Rey el 16 de abril de 2008. EFE

Corren tiempos de EREs, reducción de plantillas, cierre de empresas, congelación de salarios, propuestas de abaratar los despidos… Ni jueces ni pilotos; es otra gente la que con todo derecho debería estar tomando la calle y, sin embargo, va aguantando el chaparrón. Sólo de momento.

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Eluana, sólo una pregunta

El influyente cardenal Camillo Ruini, durante 16 años presidente de la Conferencia Episcopal Italiana -cargo al que renunció en 2007-, y casi dos décadas, desde julio de 1991 hasta junio de 2008, cumpliendo como Vicario General del Papa para la diócesis de Roma -la más importante de Italia-, declaró antes de que supiéramos de la muerte de Eluana Englaro que los médicos que retiran la alimentación a la joven «están cometiendo el asesinato de un ser humano».

Me viene de súbito una pregunta para Ruini: ¿Si en 1992 Karol Wojtyla hubiera quedado postrado en una cama sumido en un coma profundo e irreversible le habrían mantenido con vida como a la pobre Eluana?

Descansa en paz.

afcalixto@gmail.com

Eluana Englaro cuando era Eluana Englaro

Eluana Englaro cuando era Eluana Englaro

Cardenal Camilo Ruini

Cardenal Camillo Ruini

Esperando a Obama

Aún no me decido a escribir sobre Obama. Aunque son indudables el valor, la importancia y la trascendencia sin precedentes de su elección, de sus palabras y de sus gestos, prefiero de momento seguir siendo prudente al respecto. El ser humano tiende con asombrosa facilidad a magnificar las cosas buenas, y también las malas.

Carteles electorales de Barack Obama

Carteles electorales de Barack Obama

Nos es cómodo fabricar iconos que al cabo quedan vacíos de significado. Atractivos símbolos de la nada. Lo que no quiere decir que no me ilusione la nueva situación. Por muchas cosas. Por todas las murallas que al fin parecen abrirse después de que su antecesor (y algún otro más antes) las cerrara en torno a su simpleza, su insensatez, su desconocimiento, su fanfarronería, su imprudencia, su crueldad y su absoluto, pueril convencimiento de que simplemente ha estado jugando inofensivas partidas domésticas de Risk, los martes, o de Monopoli, los viernes, o de ajedrez…, en algún íntimo salón de la Casa Blanca. Tan grande ésta para su talla.

Sello estadounidense conmemoratio del Dia Mundia de la Tierra

Sello estadounidense conmemorativo del Día Mundial de la Tierra (1999)

Pero ha muerto mucha gente, y otra mucha ha quedado tocada para siempre. El mundo, y George Bush junior es muy responsable de ello, gira hoy a una velocidad difícil de comprender. A punto está de salirse de su eje, de lanzarse a botar como una bola de billar que abandona de súbito el tapete de la mesa por un tacazo desproporcionado e impreciso. Así acabará el Planeta si no nos damos cuenta de las necesidades realmente básicas. Terminará por renunciar a servirnos un solo día más de excusa. Se suicidará arrojándose al vacío desde su órbita. Botará por el espacio sin dirección ni atmósfera.

Esperaré, pues, para hablar de Obama. Lo haré, sin duda, más adelante. Cuando al mirar hacia atrás haya perspectiva y horizonte. Esperaré, aunque no quiero dejar de destacar ahora su talante nada fingido. Plasmado en el mensaje abierto con que ofreció su mano al universo musulmán. Fue en su primera entrevista concedida. No en Estados Unidos. No en Europa. Lo hizo a través de la cadena árabe Al Arabiya. Vino además, en esa intervención, a pedir perdón por los errores pasados; a ofrecer diálogo y no a imponer el capricho del emperador del mundo que ha sido durante el último siglo el presidente de los Estados Unidos de América.

Por otro lado, pienso que también es importante adelantar su primera controversia interna. 15 días después de su elección como presidente, ha renunciado a su cargo quien iba a ser secretario de Salud y a afrontar la difícil y muy necesaria reforma sanitaria de aquel país, el ex senador Tom Daschle, y antes que él, Nancy Kellefer, designada para un cargo más que relevante en la Oficina de Presupuestos. Ambos lo han hecho por impago de impuestos, en pleno canibalismo económico, y se han desatado las primeras críticas contra la persona de Obama. Las primeras dudas serias acerca del valor de sus promesas.

George Bush Junir reunido con su equipo en el despacho oval

George Bush Junior reunido con su equipo en el despacho oval. 21 de diciembre de 2001. Foto de Paul Morse (White House)

Pero yo, ya digo, prefiero esperar. Nada está arreglado. Queda un muy duro camino por delante. Muchas lágrimas y ganas de tirar la toalla. Pese a las mejores intenciones que seguro tiene Obama, la vida es tremendamente compleja, y más si ésta se mira desde la famosa ventana del despacho oval.

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De matanzas y genitales

Hoy he recibido el siguiente correo electrónico:

Matanza en Islas Feroe

Matanza en Islas Feroe

«AUNQUE PAREZCA MENTIRA AÚN HOY EN DÍA SE SIGUE REALIZANDO CADA AÑO ESTA BRUTAL, DANTESCA, SANGRIENTA MASACRE EN LAS ISLAS FEROE, QUE PERTENECEN A DINAMARCA. UN PAÍS SUPUESTAMENTE ‘CIVILIZADO’ Y QUE PERTENECE A LA UNIÓN EUROPEA. PARA MUCHOS ES DESCONOCIDO ESTE ATENTADO A LA VIDA, A LA SENSIBILIDAD, A TODO. EN ESTA MASACRE SANGUINARIA PARTICIPAN LOS MOZOS PARA ‘DEMOSTRAR’ QUE ENTRAN EN LA EDAD ADULTA (¡!) ES ABSOLUTAMENTE INCREÍBLE QUE NO SE HAGA NADA PARA EVITAR ESTA BARBARIE QUE SE COMETE CONTRA LOS CALDERONES, UN DELFÍN INTELIGENTÍSIMO QUE TIENE LA PARTICULARIDAD DE ACERCARSE A LAS PERSONAS POR PURA CURIOSIDAD.
DIFUNDELO POR TODAS PARTES, POR FAVOR»

En todo lo alto

En todo lo alto

Pues bien, intuyo que quien escribe y reivindica esta masacre de forma tan vehemente, se está refiriendo también, sin mencionarlo, a las corridas -y sucedáneos- de toros (un animal menos «inteligentísimo» que el Calderón, y que tiene la particularidad de no acercarse al hombre ni por curiosidad, como hace aquél, sino que es el hombre quien está empeñado en pegarse a él como percebe a la roca), y a los pollos decapitados con hoces en Aduna, o a los galgos de carreras o de caza ahorcados cuando ya no sirven para tales fines, a los más de 60.000 animales maltratados a lo largo de un año en fiestas populares en España (otro país «supuestamente ‘civilizado'» y que también «pertenece a la Unión Europea»). O, seguro que sí, a las personas aniquiladas por el color de su piel, o por el género de su sexo, o a los niños maltratados (torturados) de forma cotidiana, sin entrar en las más graves tragedias al respecto, bajo el pretexto simple e hipócrita, pongamos por caso, de una educación como es debido; y el natural, desinhibido, instinto infantil, mientras, les lleva a comportarse una vez más como lo que son, niños, etc, etc, etc

Galgos compitiendo

Galgos compitiendo

Lo de los delfines Calderón es una atrocidad inventada hace nada menos que doce siglos, y celebrada cada año como rito para exaltar la llegada a la edad adulta, quién lo diría, de los hasta ayer jovenzuelos del lugar. Con esa excusa pueden llegar a cepillarse 2.500 ejemplares del tirón.

Se me ocurre que los mozos de las Feroe podrían demostrar que han entrado en la edad adulta de forma testicular. Viril. Auténtica. Arriesgada. Como ellos se merecen, vamos. Se me viene a la cabeza que podrían atar el extremo de una cuerda resistente (la de pita es perfecta) en torno al delfín, reservando el otro cabo para pasarlo cuidadosamente alrededor de sus genitales, los de cada uno de los intrépidos y recién adultos mancebos. Cuanto más grandes sean, y bien puestos estén los huevos, más distancia será arrastrado el propietario de los mismos. Claro que, como es de ley en este tipo de lances, habría que fijar un límite por abajo: quien no lograra ser remolcado por el delfín más allá de los diez metros, aún no daría la talla requerida e indispensable, y lo mismo (y en este caso definitivamente) para quienes vieran cómo su escroto sale volando de súbito hacia el frío y remoto horizonte. El color de la sangre sería el mismo, pero no su origen.

El color del mar

El color del mar

afcalixto@gmail.com

Holocausto en Gaza

Ofensiva israeli en Gaza

Ofensiva israelí en Gaza

El cielo de Gaza está iluminado. Los edificios se perfilan en la noche como tímidos fantasmas. El estruendo de las explosiones por toda la ciudad vuelve a confirmar, ya casi cubierta la primera década de siglo, que el ser humano mira al frente con falsas esperanzas, con el miedo agarrado como un tumor en el estómago, y camina hacia atrás. Tropezando, pero sin perder de vista aquel horizonte, cada vez más lejos, cada día más improbable.Veo el rostro, el cuerpo de mis hijos en cada niño aniquilado. Imagino a aquel hombre encargado de soltar la bomba desde su avión de guerra. Lo imagino con su pequeña de siete años desangrada en los brazos y una fotografía de los Jonas Brothers asomándole del bolsillo trasero del pantalón tejano. Lo imagino roto ya para siempre. No es una máquina ¿por qué entonces pone en marcha el mecanismo para que las bombas aplasten a los de allá abajo? Venganza. Castigo.

No tengo dudas de que en Israel, en la superpoblada área del Gush Dan, Haifa, Jerusalén, en la bíblica Beer Sheva, lienzo también para el óleo sangriento y abstracto de los iluminados terroristas de Hamás, no son pocos los que caminan con la mirada fija en el asfalto. Avergonzados. Entristecidos. Asustados por las decisiones de sus perturbados políticos, por las arengas de los ultraexaltados, por las más que probables consecuencias dramáticas de todo ello.

Conviene no olvidar

Conviene no olvidar

Este es el mismo pueblo pisoteado por un loco afeminado de bigote estrecho y tic napoleónico. El mismo pueblo que miraba a la cámara desde el otro lado de la alambrada con las costillas dándole forma a la piel, con los ojos grandes de un cadáver que aún respira. El mismo pueblo arrastrado en montañas, en una macabra réplica de los palos chinos, rehogados unos sobre otros hasta las fosas comunes cavadas con sus propias manos de esqueleto. Llevado hasta allí como basura en un vertedero de la periferia de una gran ciudad. Vejados, torturados, despojados, borrados. El mismo pueblo, quién lo diría.

Pero el sufrimiento no va a parar mañana. Como esto es un ridículo círculo que rueda, la futura respuesta palestina está ya escrita en los libros de Historia. En las crónicas de los periódicos. Otras muchas personas, honestas y posiblemente idealistas, morirán entonces. Quedarán mutiladas por siempre cuando menos lo esperen. En ese minuto en que lo cotidiano será tan absoluto que hará aún más traumática la tragedia. Y aún más grande el odio. Políticos, terroristas, jugando a un ajedrez viviente con sus ciudadanos y vecinos. Alentados por las huestes de fanáticos de ambos bandos.

Han pasado más de quince años desde los acuerdos de Oslo entre el Israel de Isaac Rabin y la Palestina de Yasir Arafat. La cosa no era nada fácil. Demasiados obstáculos y heridas abiertas (Siria, Jerusalén, los despiadados radicales ultra nacionalistas y ultra religiosos…). Lo que importó entonces fue el espíritu. La intención de dos personas enfrentadas drásticamente por la Historia, que decidieron sentarse en torno a la misma mesa, beber de la misma jarra, para tratar de encontrar la fórmula mágica de la convivencia en paz de las dos naciones. Su valentía heroica les valió el Nobel de la Paz, el Príncipe de Asturias de la Concordia ¿Dónde está ese espíritu? Rabin murió por los disparos de un compatriota resentido. Arafat fue recluido por el Ejército israelí en Ramala durante casi dos lustros y hasta su muerte.

Isaac Rabin y Yasir Arafat en Oslo, 1993

Isaac Rabin y Yasir Arafat en Oslo, 1993

Y yo sigo con la imagen de esos niños dormidos en la cabeza. Ya no los voy a olvidar. Paren esta acción terrorista que ha truncado más de mil pensamientos. No son dictadores iraquíes ni talibanes afganos ni suicidas paquistaníes de Al-Qaeda, no lo son, son otro tipo de terroristas amparados hasta el disparate por la Comunidad Internacional. Ésta debería dejar de contemplar y pasar de una vez a la acción. Cortar drásticamente el dolor. Y después rezar cada uno a su dios mientras llega la venganza. Hacia Israel y hacia quienes los dementes consideren sus afines.

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Feliz 2009. Hoy me compro un sombrero

Al menos para 2009 estamos prevenidos de que el infierno, sí o sí, va a caer sobre nuestras pobres cabezas (tuvo, pues, doble razón -los del bollo y los del hoyo, calderilla frotándose en un mismo monedero- quien en 1909 se confió, lo más seguro que para restarle hierro a algún escabroso asunto del que hoy quién se acuerda, se encomendó, digo, a una de esas manidas metáforas, tan usada, ésta en particular, que, ya por entonces, cuando mis abuelas aún no eran -que hoy son, pero sólo un recuerdo-, se le había desprendido en un descuido el postit del significado. «En cien años todos calvos»; un laudo es, pero que ha cambiado su calzado de suelas gastadas de alegoría, para descansar los pies, cocidos e hinchados, en el trapo rugoso de unas babuchas que caminan sobre la triste verdad anunciada de sus plantas. Hoy mismo salgo a comprarme un sombrero).

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KUHN, Walt Chico con chistera, 1948 Óleo sobre lienzo 58,4 x 53,3 cm Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza

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Triste Navidad

Navidad. Dicen quienes de esto saben que cuando ésta monopoliza nuestros calendarios, no pocos individuos tienden a la profunda tristeza. El ser o seres queridos que han dejado vacía la silla (y la casa, la vida entera); la complaciente candidez de la infancia perdida (generalmente una etapa feliz en la vida, alimentada de bendita ignorancia); la nostalgia de aquellos tiempos en que la Navidad era ciertamente blanca (white and merry en voz de Frank Sinatra…) Cualquier causa posible de esta nevada congoja, regala sentido y coherencia a las palabras atribuidas a la pluma de un tal Levenfeld: «Abstenerse de recuerdos, a veces es una cuestión de supervivencia».

Cualquier desconsuelo crecido al amparo de estas fechas, nos transborda a uno o a múltiples pasados -momentos ciertos; minutos abstractos-, en que positivamente fuimos felices. Especialmente en Navidad.

O al menos así nos ha quedado ahí dentro.

Frank Sinatra durante una grabación

Frank Sinatra durante una grabación

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Abuela Alex

Una despedida que hubiera deseado no escribir

Este, sin duda, es un mal momento para todos los que estamos aquí. Quizá, para muchos de nosotros, uno de los más tristes de los que, a partir de ahora, vamos a tener que afrontar. Alejandra se ha dormido. La abuela, como la llamábamos muchos de nosotros (¡y menuda abuela!). Mamá, tía, hermana… Alejandra ha cumplido con todos dándonos lo que más le sobraba: bondad. Era de verdad buena. Auténtica. Transparente.

Fijaros, 96 años, casi un siglo. Pensad en todo lo que ha podido pasar por delante de sus pequeños ojos, tan expresivos. Y me da a mí que si se ha aferrado a la vida de esta forma poderosa, ha sido únicamente para seguir haciéndosela fácil a la gente que quería. Esa era su especialidad: nos daba la mano en el camino, y lo recorría a nuestro lado. Mimaba todos esos pequeños detalles que a los demás siempre se nos escapan.

Por cierto, a partir de ahora vamos a tener que fijarnos más en esas cosas a las que tal vez nosotros no damos importancia, pero que ella sabía que eran importantes. Como el simple y cotidiano gesto de cerrar la llave del gas después de cocinar o de ducharnos. Os reconozco que cada vez que cierre el gas voy a recordar su voz aniñada preguntándome si lo he hecho.

Ya te echamos de menos
Ya te echamos de menos

Y ¡qué cocinera! ¡Qué paellas los domingos! Y sus albóndigas…, y la eterna sopa de ajo del abuelo Aurelio. Alejandra no cocinaba. Cada guiso, preparado con esas manos largas y suaves, era una caricia, como sus palabras y su preocupación constante por todos los que le rodeábamos (porque ella se sentía rodeada por nosotros, sentía nuestrocalor aunque estuviésemos muy lejos; esa era la magia, el motor de mamá Alejandra).

Gracias abuela Alex, si me lo permites voy a llamarte abuela (más de una vez el cuerpo me ha pedido llamarte así, pero nunca lo hice), gracias abuela por haber creado en torno tuyo esta familia a la que pertenezco. Sin saberlo instituiste un matriarcado. Tú no te dabas cuenta, seguro que ni siquiera caíste en ello ni una sola vez, tú no te dabas cuenta de que habías nacido para protegernos. Abrígate, hijo no fumes, Mari Carmen las pastillas, ¿vais a llevar así al niño con lo que está lloviendo…?, y otra vez vuelta al gas… que sí, abuela, te hemos dicho tres veces que lo hemos cerrado; no te preocupes. Y tú te preocupabas.

Vigilabas todo, cada constipado, cada rasguño, por pequeño que fuera, en la piel de tus cachorros, cada corte de pelo. Todo. De una forma u otra eras el eje que nos hacía girar. Pero eras humilde. Sólo te importaba que estuviéramos bien, y ahora vamos a tener que tirar solos por ahí. Sin tus indicaciones.

Estaría hablando de ti hasta la primavera. De lo frágil que parecías y de lo fuerte que eras. Pero hay que seguir.

Y puedes descansar contenta, porque, como ves, vas a estar siempre a nuestro lado. En las pequeñas cosas. En las grandes. Nos has impregnado de ti durante todos estos años, y ahora no podemos desprendernos de tu ternura. Vas a vivir siempre en nosotros. Y puedes estar feliz, tranquila por tener esos hijos que eran tus ojos, y que te han hecho más fácil quedarte dormida.

Abuela Alex, aunque sigas aquí, te vamos a echar de menos.

afcalixto@gmail.com


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